Pero dentro del coche...dentro del coche está la versión que más le gusta de sí mismo. Allí no tiene una vida tediosa, allí auna su cuerpo con la música y es capaz de viajar a través del sonido donde flote cada nota. Raras veces sonrie durante el día pero en ese pequeño santuario motorizado deja entrever pequeñas dosis de sentimientos que, sin haber decidido todavía si buenos o malos, le acercan un poquito más al Yo individual.
"Karma Police" le traslada a través de su coche por una carretera secundaria que, perdida en un bosque que jamás ha visto, le hace sentirse extrañamente relajado. No tiene prisa por llegar a donde no conoce, por lo tanto separa las manos del volante y lentamente deja que la vida siga su curso. En frente suya ve pasar animales, personas, casas, edificios, montañas, playas; infinidad de colores que se pierden en aquel agujero negro donde se pierde la canción. No tiene miedo, no tiene prisa, no siente nada.
Termina la canción, abre los ojos, se enciende otro cigarro. Ha llegado a casa.
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