Bienvenidos a poco pan y pésima música

Voy a intentar compartir experiencias personales o ajenas, a través de letras y notas musicales. Para ello me valdré de videoclips y pequeños relatos que espero, consigan transmitir momentos de la vida de cualquier persona.

jueves, 14 de abril de 2011

El bosque encerrado

 Acabo de despertarme y ya estoy corriendo a través de aquel bosque gris que no veía desde pequeño. Al principio todo son ramas golpeando mi cara y piedras que me hacen daño en los pies. No sé porqué no puedo parar, tampoco me importa mucho, pero ahora algo me impide seguir hacia delante. ¿qué cojones será? De repente, el Viejo Sauce Gris. Me acerco a él y lo toco lentamente mientras mi cuerpo se une a su tronco.

 Qué extraño, ya no soy una persona, soy el viejo sauce y observo como aquellas frias maquinas empiezan a destrozar mi mundo. Poco a poco van borrando todos mis recuerdos y construyen a mi alrededor esas feas imitaciones de la naturaleza llamadas casas.

 Al principio no llegan a una docena, pero poco a poco están conquistan nuestro mundo, están destruyendo a mis hermanos y haciendo olvidar a mis padres. Qué angustia, sólo y sin saber que hacer, maldita inercia! qué estúpidos estos humanos que tratan de despedazarme.

 Ya somos pocos, los justos como para sentir impotencia pero insuficientes para ser lo que éramos. ¿Quién es este llamado "hombre"? Recien llegado y ya privándonos de nuestra identidad. Siento que es perverso, que carece de sentido común, que no nos aprecia...

  Mientras veo todas esas luces que iluminan la ciudad tengo la sensación de que en realidad estoy envuelto en su mundo y ya no puedo escapar, me han privado de mi libertad y eso me está matando.

    Lejos veo como un niño se acerca a mi lentamente y me tiende la mano, pero no es un niño cualquiera, soy Yo. Y con un último suspiro suyo noto como finalmente caigo. Adios amigo sauce.

No hay comentarios:

Publicar un comentario