Bienvenidos a poco pan y pésima música

Voy a intentar compartir experiencias personales o ajenas, a través de letras y notas musicales. Para ello me valdré de videoclips y pequeños relatos que espero, consigan transmitir momentos de la vida de cualquier persona.

viernes, 15 de abril de 2011

The homeless




Un coche alemán de cinco puertas, una casa de obra nueva con cinco habitaciones, toda mi ropa de dolce y gavanna, tarjetas de crédito, relojes, ahora mismo, puta mierda.

Evaporadas todas mis jodidas pertenencias, continué aquella particular vía romana desechando mis relaciones humanas. Primero la puta de mi mujer tras un gran portazo, mi hijo, aquél bastardo que ni se dignó en despedirse, mis llamados amigos, panda de banqueros hipócritas, cuanto detesto ahora su repulsivas corbatas. Llegado el punto desaparecieron también mis conocidos, mis enemigos, mis desconocidos…

Creo que cuanto más perdía, menos me importaba pués al fin y al cabo me atrevería a decir que me sentía libre, y eso era un sentimiento tan embriagador como éste maldito cartón de vino que me da calor en cualquier gélida o cálida noche.

Una vez me despojé de aquel traje llamado civilización, aclimaté mi cuerpo a la ausencia de sentimientos, como eran el amor, el odio, la alegría, la tristeza, la soledad; sinceramente, me la sudaba, ya nada importaba.

Dios aquí estoy, tirado en medio de un puto parque con tan sólo dos mierdas de cartones para resguardarme del frío, ahora mismo lo único que me importa es esa delgada línea entre la vida y la muerte.

Así que, siendo yo un superviviente de este gran engaño que tantas veces me han repetido, “mundo real”, he comprendido que yo no pertenezco a él, dado que, ante la ausencia de de hasta mi propio nombre, se han olvidado que yo, también soy una persona…

No hay comentarios:

Publicar un comentario